Queridas hermanas, Sacerdotes y Laicos:
Hace 6 años estábamos iniciando un nuevo desafío en la historia de la compañía, un nuevo sueño que haría visible la internacionalidad de la compañía y la cultura del encuentro, siempre con la finalidad de ser testigos de la presencia viva del espíritu que es comunión, fraternidad, apertura, audacia misionera en medio de los más abandonados y olvidados. Hace 6 años estrechándose las manos y el corazón, cuatro provincias y cinco países han encendido en el centro de la compañía una nueva luz, que es el reflejo del resucitado e imperio de este mundo. Nacía entonces una nueva provincia bajo el patrocinio y la bendición de nuestra señora de la misión.
Sor María Isabel Ruiz, primera visitadora con su consejo, el director provincial, la secretaria y la ecónoma, nos han animado a dar los primeros pasos y todos sabemos que dar los primeros pasos supone mucha audacia, desafíos, caídas y levantadas. Querida Sor María Isabel, gracias, muchas gracias por su entrega incansable y generosa a la compañía y por la animación de la provincia durante estos 6 años. Por su esfuerzo constante en mantener la vitalidad del Carisma en la misma, que el Señor sea su recompensa. Padre Daniel, muchas gracias por su entrega generosa en esta misión de amor vivida con alegría y generosidad por usted. Hermanas consejeras, secretaria y ecónoma, muchas gracias por el amor y la perseverancia en la misión confiada durante todos estos años. Dios rico en misericordia en bendiciones le recompense y les hablé siempre con amor.
Hoy día de pentecostés, bajo el liderazgo del espíritu santo, iniciamos una nueva etapa, comenzamos a escribir una nueva página de la historia de esta provincia y que puedo decirles... Yo en estos momentos, me siento muy pequeña ante esta nueva misión que asumo confiando plenamente en Dios. Soy consiente que cuando él nos pide un servicio de esta dimensión, encontramos en él la fuerza y la certeza que el mismo realiza en su obra a través de frágiles y pequeños instrumentos elegidos. Nos precede y dirige con su gracia todos los momentos de nuestra vida y es quien manda la misión y quien nos sostiene en ella. También queridas hermanas de la provincia, tengo puesta mi confianza en cada una de ustedes para caminar juntas en la realización del proyecto de Dios en la provincia. Quisiera también compartirles que me siento fortalecida por las por tantas oraciones y por sus sinceros deseos, porque desde el día en que se hizo publica la designación de mi nombramiento, Hermanas, Sacerdotes en la misión y amigos que trabajan con nosotros me han asegurado sus oraciones y lo siento de verdad. Invoco a la única madre de la compañía, a la Santísima Virgen María, ella que estuvo siempre abierta al querer del Padre nos acompañe y anime a vivir en la actitud de disponibilidad y entrega en nuestra hermosa vocación.
Hijas de la Caridad, para franquear la puerta, pues la misión requiere partir, para ir hacia la comunión con los hermanos y hermanas a quienes acoger y amar, para encontrarse construyendo esta cultura del encuentro y teniendo puentes de caridad, de amor, de servicio de
perdón, nuestra señora de la misión, Bendice nuestra provincia, Oh María sin pecado concebido.. Ruega por nosotros los pecadores.
Sor María Elisa Ortiz Benitez
Visitadora de la Provincia Nuestra Señora de la Misión América-Sur
Con mucha alegría hoy 4 de mayo hemos recibido la carta de la Hermana Kathleen Appler, Superiora General de la Compañía, en que nos presenta la designación de la nueva Visitadora de la Provincia Nuestra Señora de la misión américa-sur, conforme a las consultas de las Hermanas de la Provincia, a la opinión del Consejo General y los estatutos de la Compañía.
Nos sumamos a los buenos deseos de la Hermana Kathleen y deseamos como Consejo Provincial un tiempo de audacia y evangelización para los pobres a la Hermana María Elisa Ortíz Benitez, en sus seis años advenientes que ciertamente fomentarán la vitalidad espiritual y apostólica de la provincia.
La Hermana Elisa es un testimonio de vida de servicio a los más pobres, nacida en Paraguay e hija de Cipriana y Andrés, a quienes damos gracias por regalar una Hija de la Caridad, Educadora, Misionera itinerante, que ha sido Visitadora Provincial de Paraguay, Directora del Seminario, colaboradora en el Seminario Interprovincial en Cali Colombia y en diversas obras que expresan su opción y calidez por los más pobres.
Especialmente su nombramiento nos anima y da esperanzas, pues ella ha mostrado su compromiso afectivo y efectivo con la conformación de la nueva provincia, una comunidad de comunidades en América-Sur reconfigurada por Cristo, en una provincia de servicio desde la audacia de la caridad y los desafíos de la realidad para llevar en ella la buena noticia de la salvación a los pobres desde la Educación, el trabajo migratorio, la atención de niños y ancianos, desde una activa “opción por los pobres” y una mayor colaboración entre las hermanas y con los laicos , desde el carisma y la acción vicentina.
Este nombramiento se notifica en un momento del año marcado por la proximidad de la fiesta de Santa Luisa de Marillac, solemnidad del 9 de mayo. Nuestra Señora de los Rayos y la figura de nuestra fundadora, sean quienes alumbren e indiquen la presencia profética de la Compañía, como Iglesia para América-Sur audazmente caritativa desde un nuevo impulso misionero en medio de la pobreza, inequidad y exclusión social, en estos seis años de su nuevo gobierno.
Pedimos por la Hermana Elisa y su nuevo Consejo, para que puedan servir “de una manera radical, en el mundo, al estilo de san Vicente y de santa Luisa. Ellos supieron unir la pasión por Cristo y la pasión por los pobres” (Doc. Inter Asambleas).
Reciban también un saludo todas las hermanas y laicas y laicos de la provincia, con quienes vivimos tiempos de carisma y misiones compartidas y liderazgos colaborativos, que todas y todos seamos instrumentos de Dios misericordioso, discípulos-misioneros de Jesucristo que nos llamó; una compañía unida y en salida, disponible a la Iglesia, “yendo y viniendo” hacia las periferias y profundamente cercanos a los excluidos víctimas de violencia.
En plena comunión de miradas y trabajos, les saludan desde el Consejo Provincial
H. María Isabel Ruiz, HC. H. Rosana Cortés, HC.
H. Zulma Centurión, HC. H. Liliam Massa, HC.
H. Carmen Gloria Acevedo, HC.
H. Celia Cabral, HC.
H. Fabiola Grigoriu, HC.
P. Daniel Rosales CM.
Asunción , República del Paraguay, 4 de mayo 2019
«Estar afuera»: ¡Una experiencia «espiritual»!
2019/04/30
«¡Lázaro, sal! Jesús clamó (Juan 11, 43)». Sin embargo, ¿qué significa «estar afuera»?
Resumen de la ponencia de Por Mons. Bruno-Marie DUFFÉ
Secretario del Dicasterio para el Departamento de Desarrollo Humano Integral
[Conferencia Internacional de la FHA, 28 – 11 – 2018]
Estar afuera, explica el Obispo Duffé durante la Conferencia Internacional de la FHA, es estar desnudo frente a otros, ser crucificado en la cruz de nuestros fracasos y desilusiones y experimentar el gran viento de la desconfianza …
Estar afuera es estar en los vientos de incertidumbre, en el frío que enfrenta sus propios límites, a la merced de la lluvia, el viento y el hambre … es la ansiedad de no saber si es posible encontrar, en este Mundo, un poco de confianza.
Estar afuera es estar en la calle, un lugar de anonimato e ignorancia.
Sin embargo, este espacio «exterior» puede ser también, y «paradójicamente», un espacio para un «encuentro inesperado y luminoso», un espacio donde se puede vivir una experiencia espiritual: una «conversión espiritual para darnos la bienvenida».
Esta «espiritualidad de encuentro con nuestros hermanos y hermanas sin hogar» se construye, de acuerdo con Mons. Duffé, sobre tres pilares principales: la mirada, la presencia y la Palabra.
Esta experiencia del Camino comienza con la mirada, una «mirada tranquila y compartida». La mirada es una puerta entre la vida física, la espiritual y la vida comunitaria en la que todos son llamados por su nombre. Ser mirado es ser reconocido, ser nombrado, ser considerado; es un re-conocimiento, es «ser para alguien en la multitud de humanos». Es una experiencia de un éxodo que nos permitirá vivir un encuentro en la verdad.
En el encuentro, nos descubrimos pobres y ricos al mismo tiempo, descubrimos que el que está afuera tiene una cara hermosa y que la única riqueza es la del intercambio.
Este intercambio, este diálogo, este éxodo de nosotros mismos, comienza con la Palabra porque la vida espiritual, en los pasos de Cristo, el Siervo y el Mensajero, se expresa con las palabras de nuestra condición humana, con los ojos que se encuentran y con las vidas que se revelan en sus necesidades de humanidad.
Pero para la mayoría de las personas sin hogar, la calle a menudo es silenciosa. Estas personas pierden la Palabra, lo que significa la capacidad de participar en un diálogo. Darles «la palabra» es darles la «dignidad» que hace de cada uno de nosotros un sujeto capaz de recibir y dar.
De hecho, se trata de una presencia: se trata de estar allí, presente para el otro, a veces en un silencio compartido donde uno está cerca de los demás para escucharlo. Hablar es estar ahí, es una presencia.
Este intercambio, en la calle, con las personas sin hogar, nos compromete «más allá de lo que habíamos planeado ir … El enfoque caritativo «hacia el otro» se convierte en el enfoque fraternal «contigo»
Refiriéndose a la Exhortación apostólica del Papa Francisco, Gaudete et Exsultate (2018), sobre el llamado a la santidad en el mundo de hoy, el Obispo Duffé evoca tres ingredientes de cualquier «encuentro en la verdad»:
Y así es como evangelizamos y nos dejamos evangelizar por el otro: él y ella que nos plantean una mirada que nos levanta; él y ella que, en el momento de la gratitud, pronuncian para nosotros, la Palabra que nos llama (de nuestras certezas y nuestro consuelo), de pasar del miedo al amor, de la muerte a la vida.
¡Entonces, salgamos a vivir la aventura de un encuentro!
Denise EL KHOURY
Algunas sugerencias para la acción
Cuentas a las que enviar donativos (puede usar cualquiera de las dos):
Titular de la cuenta: CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN – PADRES VICENTINOS
Banco: BANCOLOMBIA
Sucursal nº 219, Calle 26 #32-61, Bogotá (Colombia)
Número de cuenta: 219-000127-25
SWIFT: COLOCOBM
Moneda de la cuenta: pesos colombianos
Tipo de transacción: OUR o SHA
Titular de la cuenta: HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL
Banco: BANCOLOMBIA
Sucursal nº 219, Calle 26 #32-61, Bogotá (Colombia)
Número de cuenta: 219-000126-82
SWIFT: COLOCOBM
Moneda de la cuenta: pesos colombianos
Tipo de transacción: OUR o SHA
Todos los ingresos en estas cuentas, que gestiona la Familia Vicenciana de Colombia, se harán llegar a nuestros hermanos de Venezuela.
Declaración de la Familia Vicenciana en Solidaridad con el Pueblo de Venezuela
por Vincentian Family Office | Abr 2, 2019 | Anuncios, Familia Vicenciana, Featured, Noticias | 0 comentarios
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A todos los miembros de la Familia Vicenciana (FV) en el mundo, y especialmente a nuestros hermanos y hermanas en Venezuela, expresamos nuestra preocupación y nuestra solidaridad ante la dramática situación que los venezolanos experimentan en estos momentos en su país.
Somos conscientes de la dolorosa situación de injusticia y sufrimiento que vive el pueblo venezolano, debido a la escasez de lo más necesario para poder vivir una existencia digna y productiva, y de su indefensión ante la creciente injusticia. Rezamos para que el pueblo venezolano conserve la esperanza mientras busca un cambio socio-político y económico pacífico y transparente. También rezamos que este cambio conduzca al país a recuperar su plena democracia, a restablecer el Estado de Derecho, a la reconstrucción del tejido social, la producción económica libre y a la reconciliación nacional de esta nación siempre pacífica.
En estos tiempos conflictivos, hacemos un llamamiento para que se respeten los derechos individuales y colectivos, protegidos por la constitución nacional y que se respeten los protocolos internacionales. Nos sentimos muy conmovidos por la insoportable situación de los pobres: la creciente hambruna, la imposibilidad de acceso a medicamentos, los salarios minorados por la incontrolable inflación, la inseguridad y la violencia generalizada, la falta de acceso a puestos de trabajo y vivienda adecuada, etc. Ante esta crisis humanitaria, la Familia Vicenciana desea hacerse presente no solo manifestando nuestra solidaridad con nuestra oración y acompañamiento espiritual, sino también ofreciendo ayuda que alivie una parte del sufrimiento de los más abandonados.
Como personas de fe, hermanos y hermanas en nuestro común carisma, queremos acompañar estrechamente al pueblo de Venezuela en este largo y doloroso camino de la cruz, hacia la plenitud de la Vida (Jn 10, 10). Nos gustaría ayudarles a sentirse cerca del Dios de la vida, a través de nuestro abrazo compasivo, nuestra oración continua y una campaña vicenciana internacional de ayuda en favor de los más pobres del país, así como en favor de los programas que nuestra Familia Vicenciana tiene en Venezuela.
Mostramos nuestro reconocimiento hacia todos los miembros de la Familia Vicenciana que desarrollan su vida y su misión en el país. Sabemos que esta realidad les ha obligado a incrementar al máximo su creatividad al servicio del carisma. Queremos, con humildad, unirnos a las muchas redes de solidaridad y compasión que están centradas en el dolor creciente del pueblo venezolano.
En este momento crucial en la historia de este país hermano, invitamos a todos los miembros de la Familia Vicenciana a unirse a nosotros en este gesto de comunión y solidaridad, dentro de las propias posibilidades y áreas de experiencia de cada uno.
Invitamos también a nuestras redes de la Familia Vicenciana a que den la bienvenida, protejan y apoyen a todos los venezolanos que han migrado a diferentes partes del mundo. Cerca de 5 millones de venezolanos hoy son refugiados que experimentan condiciones muy dramáticas en Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, así como en otros países, especialmente en América y Europa.
Nos unimos al deseo y el llamamiento que el papa Francisco ha hecho para que se produzca una transformación en el país sin derramamiento de sangre, y que conduzca a una total reconciliación del país y la sanación de los tejidos rotos de la sociedad, desde la promoción de oportunidades para desarrollo humano integral y la reactivación de los valores de paz y justicia.
Confiamos en el Dios de la historia. Él es el Dios de la salvación y el Jesús liberador que nos dice: «No temas, yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). ¡Que María de Coromoto, patrona de la nación, proteja a Venezuela siempre, mientras expresamos nuestra más sincera cercanía! San Vicente de Paúl y todos los santos y beatos de la Familia Vicenciana, ¡rogad por nosotros!
Dirección: Venecia Nº 1640, Independencia.
Teléfono: 2 737 6415 - +56 954197348
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