La mañana del lunes 21 de marzo, se ha reunido presencialmente el Directorio de la Fundación de los Centros Educativos Vicentinos de las Hijas de la Caridad en Chile, con la Visitadora Provincial Sor María Elisa Ortiz y el Padre director provincial Daniel Rosales, quienes en este mes se encuentran visitando las comunidades locales de las Hijas de la Caridad y las obras en las que sirven.
Iniciamos con una oración en el oratorio del sector de la curia para posteriormente tratar temáticas del trabajo realizado en el año y medio de trabajo y los desafíos a enfrentar a futuro.
En los últimos días, las Hijas de la Caridad de la Provincia de Eslovaquia ayudan en dos puestos fronterizos en Vy šné Nemeck ý y Ubli. Sor Damiana la Visitadora Provincial, acompañó la ayuda humanitaria a Ucrania para las hermanas que continúan trabajando en dos comunidades allí.
Mientras tanto, la comunidad de Ko šice ofrece un hogar para las madres con hijos que necesitan descanso, sueño y comida para recuperar fuerzas para el próximo viaje a "su destino."
Compartimos algunas fotografías debajo de este texto.
El 2 de marzo se dio comienzo al año escolar 2022 marcado por el retorno a clases presenciales y con mucha alegría nuestros Centros Educativos Vicentinos, a lo largo de Chile, dieron el inicio a este retorno luego de dos años de clases virtuales producto de la pandemia COVID-19 que afecta de forma global al mundo.
Cada establecimiento mantiene activas las medidas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, con el fin de otorgar la mayor seguridad a cada estudiante.
Agradecemos a las familias que confían en cada comunidad la formación y cuidado de sus hijas e hijos en este importante proceso de formación, que se busca además que el Carisma Vicentino – Luisiano enriquezca de forma integral el crecimiento y aprendizaje de cada estudiante.
Muy feliz año de estudio 2022.
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl
Provincia Nuestra Señora de la Misión América Sur
Compartimos fotografías del inicio de clases al final de este artículo.
El 15 de noviembre 2021, las Hijas de la Caridad, reunidas en Asamblea en París han elegido a 8 Consejeras Generales que acompañarán a la Superiora General Sor Francoise Petit en el gobierno de la Compañía en los próximos 6 años.
Las Hijas de la Caridad agradecen a su hermanas la generosidad para asumir un nuevo servicio y agradecen a quienes terminan.
Por la persecusión que se estaba viviendo en Polonia las Hijas de la Caridad tuvieron que transferir a las niñas a Chelmno por orden de autoridades de Prusia. Posteriormente fueron enviados a Pelplin, a una institución en la que podrían seguir la escuela primaria. Las dos niñas decidieron entonces convertirse en Hijas de la Caridad y fueron enviadas a hacer el seminario en la Casa Madre de París donde llegaron el 19 de enero de 1884.
El director del seminario dejó una nota escrita sobre Barbara Samulowska muy elogioso de su vida espiritual y el comportamiento. La Hermana Barbara (que tomó el nombre de Hermana Stanislava) vivía y rezaba en los entornos en los que Santa Catalina Labouré recibió las apariciones de la Medalla Milagrosa. Después de la toma de los primeros votos, el 2 de febrero de 1889, la Hermana Stanislava permaneció once años en París y finalmente fue enviada en una misión a Guatemala.
En Guatemala, debido a las anteriores leyes contra la Iglesia y las órdenes religiosas, sólo podían operar las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. Poco después de su llegada a Guatemala, la Hermana Stanislava fue nombrada directora del seminario, y se dedicó con todo el compromiso a la formación espiritual de las jóvenes seminaristas.
La Hermana Stanislava regresó al hospital central de Guatemala. Allí, tras una vida de intenso y hermoso testimonio de santidad y de caridad, murió en el Señor el 6 de diciembre de 1950, de 85 años de edad, 66 años de vocación y 54 de misión en Guatemala, dedicada especialmente a los enfermos y los pobres.
Sor Cecilia Charrín HdC, originaria de Saint Etienne, Francia, nació el 17 de febrero de 1890 e ingresó a la Compañía de las Hijas de la Caridad el 13 de abril de 1923. El 30 de agosto de 1930 llega a Guatemala como misionera, en donde dedicó más de 40 años al servicio de los pobres. Durante esos años fundó un hospitalito, dos salas cuna, escuelas para pobres, casas de amparo y más de 127 centros de atención a los pobres. Trabajó con las Señoras de la Caridad, Hijas de María de la Casa Central y fundó la Asociación Luisa de Marillac, para el cuidado de ancianos. Organizaba actividades y promovió las visitas domiciliarias con las urnas de la Santísima Virgen, con las que recaudaba fondos para sus obras.
En la ciudad de Guatemala se le llegó a llamar “Sor Cecilia de los Pobres” y mucha gente la recuerda como la Hija de la Caridad con su bolsa negra, su paraguas y un rosario en la mano, orando por los bienhechores y los pobres.
A principios de noviembre de 1919, Sor Borgarino fue enviada en misión a Lugano, casa de San José de Grugliasco, en los suburbios de Turín. Allí se encargó de la cocina y de otros oficios humildes, cuidando de las hermanas delicadas de salud. La confianza de Jesús continuó con ella. Una mañana, mientras iba a la capilla, hizo tres pequeños actos de caridad a algunas hermanas mayores… “Mientras estaba dando gracias en la Comunión, vi delante de mí tres rosas preciosas y oí la voz de Jesús que me decía: Éstos son los tres actos de caridad que has hecho esta mañana; ¡Me han agradado mucho!”.
En julio de 1931, Sor Borgarino dejó Grugliasco y, según sus propias palabras, “la capilla en la que había recibido tantas gracias y donde se encontró con la dulce Presencia de Jesús“, para ir a Lucerna, San Giovanni, dónde Jesús se le manifestó de nuevo para confiarle otra misión. Sor Borgarino escribió a Mons. Poretti: “Estando un día en la Capilla Jesús me dijo: Mi Corazón Divino está lleno de Amor, como un arroyo desbordante. Si es posible, propague en todo el mundo esta invocación: Jesús tenía una tarjeta en la mano con esta preciosa invocación:
¡Divina Providencia del Corazón de Jesús, protégenos!”
Jesús me pidió que la copiara, que la hiciera bendecir y que subrayara la palabra Divina para que todos entendieran que verdaderamente procedía de su Corazón.
Sor Borgarino escribió esta oración jaculatoria en estampas y en hojas y la distribuyó. Se la enseñó a las hermanas y a las personas con que se relacionaba. La oración se propagó sin dificultad: de hecho, esta oración, durante los terribles años de la Segunda Guerra Mundial, cuando las necesidades morales, espirituales y materiales fueron tan enormes, fue la oración de las personas con graves problemas que acudían a Sor Borgarino para pedirle consejo y ella las atendía y después hablaba de ello a Jesús, respondiendo a todos con una encantadora sencillez.
El 1 de enero de 1949, aproximadamente a las 11 de la noche, Sor Borgarino falleció y sus ojos se abrieron a la contemplación de Jesús sin ningún velo. Ahora, en el Cielo, como ella prometió, pudo empezar: “a hacer conocer al mundo entero la misericordia infinita del Corazón de Jesús y a suplicar a Su Divina Providencia por todas las personas que lo necesitan”.
El 3 de febrero de 2002, Mons. Debernardi introdujo el proceso diocesano de beatificación, invitando a todos a dar gracias al Señor y a pedirle que manifestara la santidad de la querida Sor Borgarino a fin de que su amor misericordioso sea más conocido y amado.
El 14 de abril de 2018 el Papa Francisco firmó ocho decretos relativos a la declaración de ocho siervos de Dios como Venerables, entre los que se encuentra Sor Justa Domínguez de Vidaurreta, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, nacida en Azpeitia el 2 de noviembre de 1875 y fallecida en Madrid el 18 de diciembre de 1958. El reconocimiento por la Iglesia de su virtud heroica se debe a su vida de entrega total a Dios en el ejercicio de la caridad con los pobres, de acuerdo con la misión confiada por sus superiores: formación de las vocaciones jóvenes, animación espiritual, gobierno y expansión misionera. No la conocí personalmente, pero considero una gracia especial haber podido trabajar en la investigación sobre su vida y virtudes y haber escrito su biografía. Deseo destacar cuatro facetas pedidas por el Papa Francisco a los consagrados: alegría, discernimiento, contemplación y anuncio evangélico en salida misionera.
Dirección: Venecia Nº 1640, Independencia.
Teléfono: 2 737 6415 - +56 954197348
Correo: hnaclaudia@hijasdelacaridad.net