En el marco de la fiesta de María Reina, en la Casa Elizabeth Setton (casa de Hermanas mayores) en Lambaré Paraguay, el director provincial P. Daniel Rosales presidió la Eucaristía para celebrar los 60 años de entrega incondicional a Cristo en los pobres de Sor Cecilia Nakayama.
El lema escogido con las hermanas jóvenes de la Provincia fue “Fidelidad a la Palabra”, a lo que Sor Cecilia comentó: "Son 60 años de gracia, gracias por la obra de cada una de las personas de la Santísima Trinidad y la presencia de nuestros Santos fundadores, que fueron poniendo en mi camino cada día los ojos esperanzados de los pobres" .
Continuó diciendo "De todos aprendí algo, de todos recibí mucho más de lo que pude compartir y ofrecer; vean Uds. en ello, este gran signo y la mayor verdad que nos fue revelada respecto a la providencia de Dios: Él es inmensamente generoso, más que cualquiera de nosotros, pero para poder beneficiarnos en grande se vale de cada persona que pasa por nuestro lado".
Sor Cecilia destacó la gran herencia recibida de los fundadores de la compañía, pues con certeza son ellos quienes guían de forma especial la vocación de cada Hija de la Caridad: "Esto se manifiesta en la alegría y don de ser fieles y cordiales cada día, en el saber compartir con sencillez y sinceridad, dándolo todo sin esperar recompensa alguna. La Compañía me hizo Hija suya para enseñarme a ser madre y hermana de todos los pobres que llegaron a mi corazón buscando consuelo y Amor".
Finalmente, Sor Cecilia ha querido regalarnos este sencillo testimonio:
“He obtenido una Gracia muy grande, el 19 de julio de 1971 recibí un milagro patente de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Ese día me iba desfalleciendo electrocutada, y he pensado que la Virgen me preparó con la Divina Providencia.
Cuando me quedé enchufada, lo primero que pensé 'necesito una madera' y encontré una silla, tomé la pata de la silla, no me largó; entonces ofrecí a Dios mi alma; y salió esta jaculatoria: 'Oh María sin pecado concebida: Rogad por nosotros que recurrimos a vos'. Pude rezar esta jaculatoria 2 veces y comencé a desvanecerme: oídos - ojos – lengua, pero mi mente y corazón estaban con vida y pude terminar de repente. Me ayudó y liberó Lucas Nakayama, y con un salto me senté en la silla. Fue una verdadera liberación, un milagro, como quieran llamar. Ofrecí una santa Misa por el milagro recibido de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Amo a la Comunidad Guardiana y Protectora de las casas, dispensadora de las gracias a través de la Medalla Milagrosa". ¡Así sea!
Sor Cecilia Nakayama
Lambaré - Paraguay
Fuente: Comunicaciones Paraguay
A raíz de los acontecimientos mundialmente conocidos durante estos meses, las hermanas mayores tanto de Buenos Aires, Argentina, como de Santiago de Chile, nuevamente pusieron sus dones a disposición de Cristo y los pobres, creando un taller de confecciones de diversos implementos necesarios para la protección de la salud de quienes más lo necesitan.
Nuestras Hermanas mayores de Argentina de la Casa La Providencia en Buenos Aires nos comentan: “Cuando veíamos por TV como arrasaba los países de Europa la Pandemia del Covid-19 nunca pensamos que llegaría a nuestra puerta. Una necesidad apremiante requería una respuesta urgente, había que moverse, rebuscarnos sacando el polvo de cajas, cajitas y cajones, encontrar telas, hilos, elásticos, botones, etc."
Solo faltaba la voluntad de Teresita Ibarra, siendo el motor por su habilidad en la máquina de coser, Sor Purita con su prolijidad en los detalles, en el control de calidad, Sor Teresa Diaz ejecutando todas las órdenes y Sor Eva plasmando en un papel las medidas.
Fueron muchos los delantales para cubrir al personal en el trato directo con las hermanas mayores, barbijos, urgencias para las hermanas que debían salir, personal de enfermería y personal del comedor de los pobres, gorros y cofias de protección que fueron fabricados en este taller.
Ver fotos Casa de la Providencia, Buenos Aires
En tanto en el otro lado de la cordillera, las hermanas de la casa Nuestra Señora de la Asunción en Santiago de Chile, se pusieron en acción en torno a las necesidades. En primer lugar, confeccionaron mascarillas para compartir con las hermanas de las diferentes obras, con el fin de ser repartidas a las personas que lo han necesitado, posteriormente el material fue utilizado para las mismas personas de la casa.
En este último tiempo se han dedicado a confeccionar mascarillas para los niños del campamento Alto Andacollo de Copiapó (norte de Chile), como una manera de estar presente en aquellas necesidades de quienes tan mal lo están pasando.
Las hermanas mayores que han donado su vida en el servicio a Cristo en el Pobre, hoy en sus respectivas casas ofrecen no solo la oración por la humanidad sufriente, pues - a pesar de las limitaciones físicas y cansancio - han querido ofrecer sus dones (y lo siguen haciendo) en estos "pequeños-grandes" servicios.
Ver fotos Casa de la Asunción, Chile
Fuente: Comunicaciones Provincia Nstra. Sra. De La Misión
Hogar de niñas y adolescentes San Vicente, Montevideo
Al observar el aumento de familias que iban a buscar alimento en las ollas populares, porque habían quedaron sin trabajo, las hermanas junto a las adolescentes del Hogar San Vicente, encontraron una gran oportunidad para aportar con el propio tiempo y amor.
Así surgió la idea de hacer pan casero para acompañar la vianda de almuerzo, llegando a preparar alrededor de 170 panes por día.
Guardería "CAIF Santa Rita", Montevideo
El trabajo en la guardería no se ha detenido durante la emergencia sanitaria. En una primera instancia, se seleccionaron las familias con mayor vulnerabilidad elaborándose una lista para el retiro de viandas con almuerzo para los niños y niñas. Dichas viandas debían ser retiradas de forma regular semanal y en caso de no poder la familia debía avisar. Para la semana de licencia reglamentaria por Artículo del personal, se entregaron canastas para que las familias no quedaran desprovistas de la alimentación.
Al mismo tiempo, cada educadora trabajó desde su casa manteniendo la comunicación vía Whatsapp con las familias para brindar información, oficiar como apoyo y enviar actividades pedagógicas que estimulen a los niños.
Cabe destacar el trabajo en conjunto de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en convenio con INAU (Instituo del Niño y Adolescente del Uruguay) para llevar a cabo este proyecto financiado por el Gobierno.
Fuente: Comunicaciones Uruguay
Barrio Sagrada Familia, Asunción
Ubicado al límite con la zona de Tablada Nueva, las Hijas de la Caridad están trabajando en esta zona desde hace 3 años el cambio sistémico a una población de 53 familias en situación de alto riesgo, vulnerabilidad y exclusión social.
En estos últimos 3 meses de Covid-19 se está trabajando la Prevención y el asistencialismo: Formación de los protocolos, alimentación y medicación.
Debido a la situación de hambruna que están pasando estas familias y las de la zona aledaña, las hermanas están colaborando en la “Olla popular” preparando almuerzos diarios, merienda días alternos para los niños y personas de la Tercera Edad, cuyos beneficiarios alcanzan aproximadamente a 250 personas,
En la zona de Bañado Norte se instaló otra “Olla popular”, que beneficia con almuerzo a 100 personas y se distribuye cuatro días por semana. También desde el economato del Paraguay, se está ayudando y potenciando algunas escuelas, hogares y guardería por falta de recursos económicos- Todas estas obras se han concretado gracias a los aportes de personas de buena voluntad y la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Por otra parte, la compañía de las Hijas de la Caridad patentó la PYME Audacia de la Caridad en Ephata (ACE), empresa de confección de de tapabocas que se realiza en los tiempos libres (normalmente en la noche) y se distribuyen en las ollas populares y a los pobres que los necesitan.
Casa San Vicente, Tablada Nueva
Durante la pantemia, las hermanas han estado colaborando en 2 comedores: Dos veces por semana una hermana y las jóvenes pre-postulantes cooperan en el Comedor de la Capilla Santa Lucía, a su vez, otras hermanas de la comunidad, ayudan tres veces por semana en el Comedor parroquial "Sagrada Familia". Los otros dos días, entregan kit de merienda a niños en en distintos sectores del Barrio, particularmente en las Capillas dentro de la jurisdicción de la parroquia. Entre tanto, gracias a la doración de benefactores, lograron distribuir 300 kits de alimentos a las familias más necesitadas del sector.
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Comedor solidario "Santa Lucía", Casa Provincial
A partir de la necesidad de quienes han quedado sin trabajo debido a la Cuarentena que se declaró en Paraguay por la Pandemia, las hermanas junto a voluntarias del Barrio Santa Lucía y dos jóvenes vocacionales, han estado cooperando en el comedor solidario "Santa Lucia" donde se entregan almuerzos para unas 300 personas aproxmadamente.
La generosidad de los benefactores tanto laicos, como de la pastoral social de la Arquidiócesis de Asunción, ha logrado sostener este comedor y - en algunas ocasiones - hacer entrega de Kit de alimentos y mascarillas.
Campamento "El Peñón", Santiago
Con el fin de promover la organización comunitaria para facilitar a la comunidad condiciones de vida digna, las Hijas de la Caridad están apoyando la olla común organizada por las presidentas de las tomas y cuyo nombre es "Olla el peñoncito", ubicada al interior del campamento "El Peñón" en la comuna de Puente Alto, Región Metropolitana.
A través del proceso de acompañamiento, las hermanas colaboran en la preparación y distribución de los alimentos atendiendo a las 100 personas que van en busca de almuerzo con sus ollas o fuentes de lunes a viernes cerca cada mediodía.
Escuela "La Milagrosa", Punta Arenas
La escuela ubicada en la zona austral de Chile, posee un 86% de vulnerabilidad, cuyas familias se han visto seriamente afectadas durante la emergencia sanitaria, pues muchos de ellos han quedado sin su fuente laboral, o bien poseen trabajos informales que no han podido ejercer en este tiempo.
Por esta razón, se activadaron las redes sociales invitando a la comunidad a ser parte de esta campaña, depositando dinero en Cuenta de la escuela, donando alimentos no perecibles o útiles de aseo personal, con el fin de armar canastas con estos elementos para las familias necesitadas.
Las hermanas están a cargo de la actividad, han colaborado en la disposición y entrega de las canastas, los profesores y la JMV han preparado un set de dibujos infantiles con caja de lápices de colores y sacapuntas, para que disfruten coloreando en casa; además, medallas, la historia de un Santo Vicentino. Por otra parte, AIC Grupo Santa Luisa ha elaborado tejidos: frazadas, guantes, gorros, bufandas para agregar en las canastas, a quienes las necesiten.
A su vez, la Asociación Medalla Milagrosa AMM ha colaborado con medicamentos y lentes para los alumnos que han requerido, y a los adultos mayores pertenecientes a la Casa de Acogida han sido acompañados con llamadas telefónicas, visitas de la Fonoaudióloga y Terapeuta Ocupacional, proporcionándoles así, elementos de estimulación cognitiva y motriz, además de las canastas de alimentos.
Fundación Regazo, Santiago
A partir de Marzo y hasta el mes de Agosto, y gracias a las redes de colaboradores de la Fundación Regazo, se lograron entregar 341 canastas de alimentos a 115 familias, cuyo 85% con migrantes (Colombia, Perú, Haití, República Dominicana, Ecuador, Venezuela).
La iniciativa que lleva por nombre “Kits de amor con esperanza” buscó cubrir las carencias esenciales de familias durante confinamiento total en la comuna de Independencia en Santiago de Chile. Todo esto fue posible, gracias a diferentes aportes tanto de Caritas-Chile, Parroquia San Francisco de Sales y otros donantes (personas naturales), particularmente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Campamento Alto Andacollo, Copiapó
Es un sector no urbanizado ladera de uno de los tantos cerros que rodean la ciudad de Copiapó, bajada de quebradas no habitable por riego de “aluviones”.
Habitan aproximadamente 700 familias agrupadas como conformando “Campamentos” lo que les permite una organización mínima para vivir allí, familias de origen extranjero de nacionalidades como Bolivia, Perú y Colombia, aunque también hay presencia de chilenos de diversas partes del país.
Estas personas generalmente trabajan a contrato informal, en donde no hay una estabilidad económica. Muchas veces no existe ningún tipo de contrato de por medio y trabajan al día.
Durante el año 2019 las Hijas de la Caridad, los jóvenes de JMV y personal de la Comunidad educativa de la Escuela San Vicente de Paúl iniciaron un trabajo en el sector con miras a realizar un servicio en la población. En el catastro realizado en “el puerta a puerta” se detectó que en este territorio no hay presencia de la Iglesia Católica, siendo una necesidad imperiosa manifestada por los vecinos.
En el paso de la hermana Visitadora Provincial y su Consejo fines del año pasado, la comunidad local manifestó y solicitó instalar en el lugar una sede para el trabajo con las personas, a través de proyectos, lo que fue muy bien acogido por parte de la Visitadora, dado que es un lugar de marginalidad, precariedad y abandono.
Si bien geográficamente está muy a periferia cerro arriba, no está lejos de la Escuela que es el lugar donde habitan las hermanas. Además, varios niños que viven en el campamento asisten también a la escuela.
Se postuló a proyectos, los que fueron aceptados, quedando todo planificado a principios de año, sin embargo, cuando vino la pandemia, la ilusión de la comunidad vicentina y de los pobladores tuvo que ser reemplazada por la organización inmediata de alimentación especialmente para los niños, pues al no asistir a los jardines y colegios, no tenían posibilidad de la alimentación que allí reciben.
Se organizó un desayuno (preparado en el domicilio de las dirigentes sociales) para 150 niños 5 días a la semana durante 4 meses, donde cada familia se acercaba a retirarlos. Por su parte, y dado que aún la zona no estaba en cuarentena, los jóvenes de JMV lanzaron una campaña a través de las redes sociales para recolectar leche, saborizante, harina y azúcar, que tuvo una excelente acogida,
Cabe destacar el aporte da la comunidad educativa, de las Hijas de la Caridad, de la Familia Vicentina del país, de los jóvenes de JMV de las diferentes comunidades de Chile y de la comunidad copiapina en general: “Nos vimos sorprendidos del impacto que las redes sociales tienen en estas causas, hasta de Televisión Nacional de Chile, se interesó en conocer esta campaña publicitada por los jóvenes y el reportaje realizado por ellos favoreció aún mas la cooperación”, comentan.
En este ultimo tiempo a raíz de la cuarentena que la región está viviendo, fue necesario llevar la alimentación a los hogares para varias semanas. Además, el obispado ha favorecido también con proyectos de alimentos para almuerzo conocido como “ollas comunes”, lo que ha sido muy beneficioso para las familias, dado que estas alturas del tiempo un mayor número de ellas han perdido su trabajo y las personas están pasando hambre, por lo que, ha sido muy favorable la organización que lideran las dirigentas de las diferentes agrupaciones, quienes preparan y distribuyen la alimentación.
En medio de toda esta crisis se ha podido levantar la sede, logro que es visto por la población como “un signo de esperanza” tal como comentó una señora colombiana: “es nuestra sede”.
Finamente, Hijas de la Caridad en esta zona del país “nos ilusiona tener un lugar de capacitación a través de los talleres, de escucha, de evangelización, de formación para los niños…es un anhelo esperado para los jóvenes quienes realizarán allí su servicio. Podrá realizarse una vez que se levante la cuarentena en la zona”.
Ver fotos Campamento Alto Andacollo, Chile
Fuente: Comunicaciones Chile
Hogar de ancianos "Sagrado Corazón"
Durante los meses más críticos de la pandemia, el hogar se vio afectado en un 100% incluyendo el personal de salud y apoyo. Por esto, gracias al aporte de las Hijas de la Caridad de EE.UU. se ha podido proveer de los implementos de bioseguridad adecuados ante esta situación.
Las responsables de este proeycto son Hna. Victoria López, Directora del hogar y Hna. Isabel González, Hna. Ste. de la Cdad. Local, Casa San Vicente-Bolivia. Ellas expresaron que a diario (y en todas las instancias que fuera necesario) se entregan a las enfermeras y señoras del personal un kit que contiene: mamelucos, batas de protección, barbijos, guantes, máscaras faciales, gafas, gorros de protección.
Comunidad Santa Luisa en "modo Covid-19"
Las hermanas de la comunidad y algunos miembros de la SSVP de la localidad de Porongo, se organizaron para paliar el hambre de las familias más pobres, especialmente durante la pandemia.
Cada 15 días realizan entrega de pan y una vez al mes, hacen llegar víveres a este mismo grupo de personas.
Toda esta labor ha sido posible gracias al aporte de la Fundación Vicentina y del Señor Uwe (Alemania).
Comunidad Rijchary, Cochabamba
Desde hace 25 años, las Hijas de la Caridad han estado insertas en la comunidad de Chimboco atendiendo a las familias más vulnerables y al mismo tiempo, han ido expandiendo su servicio a las familias de las comunidades de Tacoloma, Linde, Laraty, Chimboco y San Jacinto tanto en la pastoral social, como en la evangelización.
Gracias al conocimiento de la realidad de estos sectores, las hermanas detectaron rápidamente las necesidades urgentes que surgieron durante la crisis del coronavirus, y que ha golpeado de forma directa estas familias (entre 3 a 10 hijos), quienes se han visto imposibilitadas de trabajar, dado que entre el 80% al 100% de ellas se dedican al comercio informal, vendiendo pipocas, frutas, golosinas, comida en los mercados y la agricultura, albañilería, lavando ropa, etc.
Durante los meses de mayo y junio del 2020, las hermanas realizaron asistencia a las madres de familia 3 veces a la semana, entregando cupos de alimentos básicos de la canasta familiar (azúcar, arroz, aceite, harina, fideo, avena, mantequilla y jabón.
Casa Setón, Cochabamba
En el pasado mes de Junio, un trabajador de la facultad de enfermería "Elizabet Ana Setón" dio positivo en el test COVID-19, quedando en cuarentena preventiva varias personas que tuvieron contacto cercano con él. A raíz de esta situación, y con el fin de prevenir el contagio con las personas que asisten a la facultad (estudiantes, trabajadores, etc.), se dispuso de los test para el personal, quienes, luego de inactividad administrativa, se fueron reincorporando poco a poco a sus labores.
Durante todo ese tiempo se fueron realizando turnos laborales, mientras que los alumnos continúan con sus clases de forma vitual.
Fuente: Comunicaciones Bolivia
Casa Provincial en Asunción
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