Si la naturaleza de la Iglesia que camina hacia la Jerusalén Celestial es misionera, con mayor urgencia hemos de sentirnos parte del caminar al encuentro con las penas y alegrías, sufrimientos y esperanzas del otro que espera ser escuchado, atendido, acompañado o simplemente contemplado.
Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, desde los primeros momentos de su misión llamó a los que él quiso, además de los Doce, para que fueran “… por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura…” (Mc 16, 15 s.). Palestina, Egipto, Siria, Túnez, la Capadocia, Argelia, Grecia y hasta Roma escucharon a los primeros apóstoles. Todo el mediterráneo supo de la Buena Noticia del Reino, se convirtió por obra del Espíritu Santo en cristianos, es decir, seguidores de la doctrina de Cristo.
Hoy, sabiendo que la misión continúa como lo ha hecho durante dos milenios, nos preguntamos qué pasa en aquellos lugares del Oriente cercano que antiguamente fueron germen de grandes apóstoles, doctores y padres de la Iglesia, cantores e ilustradores de la Theotokos (Madre de Dios). ¿Cuál es la presencia católica en estos lugares, hoy por hoy multi-religiosos?
La respuesta es un nombre de flor: Margarita. Hermana Margarita Meza. Hija de la Caridad, misionera ad gentes desde el año 1996. En ella el Espíritu hacia las gentes del mundo, brotó desde muy joven. “Después de una preparación inmediata a la misión he pasado por la Casa Madre en París Francia, destinada a la Provincia África del Norte”, nos comentó Hna. Margarita. Tal misión comprende tres países de habla árabe, obviamente con sus dialectos propios, y su población es en un porcentaje mayoritario de religión musulmana.
“Mi primer destino -dice Margarita Meza- fueron catorce años en Mauritania, siete de ellos en un Centro de Promoción de la Mujer. Aquí enseñábamos alfabetización del árabe y el francés, algo de costura y venta de esos mismos productos”. La Compañía Hijas de la Caridad en esta misión también acoge a niños. Quien apoya muy directamente este servicio, es la Cruz Roja. Estos centros fueron organizados por las Hijas de la Caridad, pero apoyados a nivel de permisos por la Cruz Roja del país. Sin esta organización no se podría desarrollar con libertad y seguridad la vocación de las caridades.
“Otros siete años estuve de profesora en dos colegios –sigue contando la hermana-, mi rol era ayudar a los profesores a preparar sus trabajos, además de motivar las clases y preocuparme de los niños que tenían más dificultades para aprender”. Margarita Meza es de profesión docente, por lo que el trabajo en aula es una de sus fortalezas. Nos cuenta que esta es una de sus más queridas experiencias. Sin embargo, tal labor de evangelización sólo se puede realizar en colegios privados y con autorización exclusiva del Gobierno del país, “ya que en estos colegios pueden asistir los niños que no son del país y que vienen de otros países de África y que son muy pobres”, nos afirma hermana Margarita. Durante los catorce años que estuvo en Mauritania, se dedicó también a la catequesis de adultos catecúmenos (cristianos extranjeros) con un grupo vicentino.
Margarita Meza, misionera de las gentes, hoy se encuentra de misión hace tres años en Túnez. Vive en una comunidad internacional de 4 hermanas: “una francesa, polonesa, española y yo, la chilena. Todas hablamos francés”. Y como el Evangelio es dinámico al igual que las llamas del Espíritu, la vida de esta misionera dio un vuelco, un giro en su servicio. “En este país trabajo en una casa de acogida para enfermos de cáncer. Un grupo de médicos (asociación) pidió a la Iglesia una religiosa y el Obispo del Lugar pidió a las Hijas de la Caridad que se hicieran cargo de este servicio, ya que es para gente muy pobre, que cuando viene al hospital de la ciudad no tiene donde hospedarse, son personas que viven en el campo, de lugares muy lejanos”. El rol de Margarita es de acogida y bienestar para estas personas. “Yo no domino mucho la lengua árabe y la gran mayoría de ellos no hablan el francés. Mi lenguaje con ellos es el Amor”.
Miremos en Margarita las palabras de Jesucristo a sus amigos y amigas: “haced penitencia y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15). Miremos en su servicio en tierras musulmanas a san Vicente de Paúl, que envió a sus misioneros a todas partes del mundo sin mirar credo ni razas, ni lenguas, ni doctrinas. Hermana Margarita no se asusta, ella acoge el pan de Cristo y lo reparte entre las gentes. “Es bueno estar en una misión desafiante, pues soy la única cristiana a kilómetros. La clave es una, saber que a Jesús lo llevo en mi corazón, Él me sostiene y fortifica mi fe”.
Alegres y dispuestas a dejarse empapar por el carisma de la Compañía, hasta la ciudad boliviana de Cochabamba, a más de 2570 metros sobre el nivel del mar, se reunieron un importante número de hermanas tanto en formación inicial como de la Comisión de Formación, para discutir y tomar conciencia del proceso de integración de la nueva Provincia Nuestra Señora de la Misión América-Sur.
Nuestra visitadora Provincial, Hna. María Isabel Ruíz, resaltó el objetivo central de este tipo de encuentros en pleno proceso de fortalecimiento de la identidad Provincial. "Todas debemos construir este proyecto, desde nuestras propias diversidades, desde nuestra propias misiones, esta es la única forma de poder concretar una integración real y al mismo tiempo evangélica", aseveró la Visitadora Provincial. En la oportunidad también estuvo presente P. Pedro Duarte, quien acompañó no sólo a las hermanas durante toda la Jornada, también expusó de manera lúdica el llamado de la Iglesia Latinoamericana a motivar el discipulado misionero, sobre todo en los más carentes.
La Jornada se caracterizó en general por la alegría del encuentro fraterno, la espontaneidad de las hermanas formadoras y el aire de conversión de las jóvenes formandas. Cercanía, testimonio y proyección común pueden ser las palabras con que el Señor bendijo estos 5 días en la ciudad altiplánica del Cristo de la Concordia.
CONGREGAZIONE DELLA MISSIONECURIA GENERALIZIA
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Roma, 2 de agosto de 2014
Queridos Hermanos,
¡Que la gracia y la paz de Nuestro Señor Jesucristo permanezcan siempre en nuestros corazones!
Durante el encuentro de Visitadores del año pasado, compartimos un profundo sentimiento de solidaridad. La decisión de organizar, con motivo de la fiesta de san Vicente, una colecta de donativos, enbeneficio principalmente de las Provincias y Vice Provincias en desarrollo, para que puedan constituir fondos de dotación y estabilizar sus obras, es tan solo un ejemplo. Esta idea forma parte del Proyecto de Financiación del Patrimonio de la Oficina de Solidaridad Vicenciana. La colecta del año pasado recogió más de 68.000 $. Hoy, les pido de nuevo su ayuda. ¡Intentemos superar la suma del año pasado! En la carta que el 18 de julio dirigí a la Familia Vicenciana, decía:
«… que Vicente dijo con fuerza y convicción: “Es cierto que yo he sido enviado, no sólo para amar a Dios, sino para hacerlo amar. No me basta con amar a Dios, si no lo ama mi prójimo”. (SV, Conferencia del 30 de mayo de 1659, Coste XI-4, p. 552) Nuestra vocación de vicencianos consiste en entusiasmar el corazón de los demás: hacer lo que el mismo Hijo de Dios hizo ».
¡Por su contribución y estimulando a otros a hacer lo mismo, ayudarán a la Congregación de la Misión a enraizarse y a desarrollarse para que muchos sean servidos! Haremos también lo que san Vicente hizo: organizar una ayuda financiera permanente y una estabilidad, para que nuestra misión con los pobres y para ellos continúe. Hay dos motivaciones suplementarias: un generoso bienhechor pagará el equivalente del total de los fondos recogidos; y el 25% de esa colecta, se asignará a su ministerio. ¡Esto debe motivarles para dar y para animar a los demás a hacerlo!
Envíen, por favor, sus contribuciones a la Oficina del Ecónomo general con la indicación: “Colecta mundial 2014”. Que el Señor Jesús y san Vicente les bendiga y les fortalezca.
Su hermano en san Vicente,
G. Gregory Gay, C.M.
Superior general
Serio, visiblemente emocionado y con un tono de voz creciente, el pontífice dijo que la guerra es "una locura" alimentada por conceptos como "la avaricia, la intolerancia y la ambición de poder" que a menudo encuentran justificación en la ideología y que destruye y trastorna todo.
Además, Francisco criticó la indiferencia instalada en la sociedad, que ilustró con la respuesta con la que Caín negó ante Dios conocer el paradero de su hermano asesinado: "¿A mi qué me importa?".
La guerra es una locura"Sobre la entrada a este cementerio se alza el lema desvergonzado de la guerra: «¿A mí qué me importa?». Todas estas personas, cuyos restos reposan aquí, tenían sus proyectos, sus sueños... (...) La humanidad dijo: «¿A mí qué me importa?»", recordó.
En Papa dijo que en la "sombra" de la sociedad convergen "planificadores del terror", "intereses, estrategias geopolíticas, codicia de dinero y de poder" y una industria armamentística cuyo corazón está "corrompido" por "especular con la guerra".
El pontífice instó a los fieles "con corazón de hijo, de hermano y de padre", a "llorar", es decir, a reaccionar ante el belicismo y a abandonar la postura de Caín, que tras asesinar a Abel no derramó ninguna lágrima.
RECORRIDA
Para conmemorar el trágico aniversario de la Primera Guerra Mundial, el Papa hizo este viaje pastoral de apenas cinco horas y visitó los camposantos de las partes beligerantes.
En primer lugar, rezó en solitario en el cementerio austrohúngaro, donde yacen en suelo italiano 14.550 combatientes del Eje Central. Luego fue al sagrario militar de Redipuglia, donde están los restos de 100.000 soldados italianos.
Este último fue el escenario donde Francisco llevó a cabo su misa y su homilía, en la que participaron los cardenales de Viena y Zágreb, además de obispos de Austria , Croacia, Hungría y autoridades civiles y militares.
Este 28 de agosto 2014, visitó La Casa Revic –Red Educativa Vicentina- la Hermana Margarita Meza, ex -alumna del Colegio Santa Catalina Labouré de Chile. Es Chilena, Hija de la Caridad, y hermana de la Provincia Nuestra Señora de la Misión América-Sur, pero Misionera ad-gentes desde el año 1996 en Túnez.
Allí nos contó parte de su experiencia, con lo que preparemos un video para el sitio de la provincia. Algo de lo que nos contó, se lo adelantamos.
Después de una preparación inmediata a la misión he pasado por la Casa Madre Paris Francia, destinada a la Provincia África del Norte. Que comprende tres países: Argelia Túnez y Mauritania, en los tres países se habla el árabe con sus variantes dialectales, su población es musulmana.
Mi primer destino duró 14 años en Mauritania: 7 años en un Centro de Promoción de la mujer, alfabetización Árabe francés, costura, venta del producto hecho. A la vez se acogen a sus hijos pequeños como guardería, estos centros fueron organizados por las hijas de la Caridad, apoyadas a nivel de permisos con la Cruz Roja del país.
Otros siete años estuve de profesora en dos colegios mi rol fundamental era ayudar a los profesores a preparar sus trabajos…motivar las clases y preocuparme de los niños que tenían más dificultades para aprender….muy bonita experiencia, porque esto solo se puede hacer en colegio privados, los que son casas mas o menos grandes que arriendan para trasformarlas en salas de clases funcionan con una autorización del Gobierno, ya que en estos colegios pueden asistir los niños que no son del país y que viene de otros países de África que residen y son muy pobres…los niños mauritanos pero que tienen otros dialectos que no son el árabe, mas bien africanos ya que la enseñanza del Estado es en Árabe.
Durante 14 años que estuve también me dediqué a la catequesis de adultos catecúmenos (cristianos extranjeros) y el grupo vicentino sociedad san Vicente de Paul.
Y ahora ya llevo tres años en Túnez, aquí mi vida dio otro vuelco, o giro. Trabajo en una casa de acogida para enfermos del cáncer un grupo de médicos (asociación) la que pidió a la iglesia una religiosa y el Obispo solicitó a las hijas de la Caridad este servicio ya que es un servicio para gente muy pobre que cuando el enfermo viene a hospital de la ciudad no tiene donde llegar para recibir su tratamiento y facilitarles la posibilidad de mejorar su salud.
Son personas que viven en el campo , de lugares muy lejanos, y mi rol es acogerlos, preocuparme de su bienestar en lo posible, una mamá , que ellos tengan una referencia cuando están en la casa. yo no domino mucho la lengua árabe y la gran mayoría de ellos no hablan el francés porque ( son pobre, todavía en algunos los lugares apartados no hay escuelas)la persona que habla francés es por que tiene mas educación mejor situación económica. Mi lenguaje con ellos es el Amor.
Es bueno estar en una misión desafiante donde en este medio la única cristiana soy yo, pero San Vicente nos envió por todas partes… sin mirar ni religión, ni raza ni política solo el pobre que necesita ayuda.
A Jesús lo llevo en mi corazón y es El que me sostiene y fortifica mi fe. Vivo en una comunidad internacional somos hijas de la Caridad de y por todas partes. Somos 4 hermanas, una francesa, polonesa española y chilena y hablamos francés. ahora vengo de vista a la familia, que es bueno, para la salud, el equilibrio y continuar con alegría y fuerza para la misión. No se extrañen de las fotos en que estamos con ropa de calle, sin hábitos, así es la forma de presentarnos en Túnez, tampoco nos llaman hermana, sino Madame, Señoras.
Bajo una intensa lluvia, alegres y entusiastas, entre 25 a 27 mil jóvenes recorrieron los 8 kilómetros de la tradicional caminata hacia el Santuario del Padre Hurtado.
Más de 25 mil jóvenes se tomaron las calles del centro de Santiago en la Caminata de la Solidaridad 2014.
Inspirada en el ejemplo de san Alberto Hurtado, desde hace 23 años la Vicaría de la Esperanza Joven organiza esta actividad que congrega a la juventud chilena en torno al valor de la solidaridad.
Este año el lema fue:
“Vengan, la mesa está servida y es para todos”.
En un escenario montado en el Parque de los Reyes, a la altura de Brasil, se dio la acogida a los grupos de parroquias, colegios y otras organizaciones que a las 13.30 horas empezaron a colmar el lugar, sin importar la intermitente lluvia.
A las 15.00 horas en punto –y tras una liturgia dirigida por el Vicario de la Esperanza, P. Francisco Llanca- se inició la marcha de los miles de jóvenes por las calles céntricas de Santiago -Balmaceda, Cumming, Alameda, General Velásquez -; ocho kilómetros hasta el destino final.
Siguiendo a la camioneta verde -símbolo del servicio y la entrega del padre Hurtado-, portando lienzos y con gran alegría, entonaron cantos y avanzaron, deteniendo su atención en 5 estaciones, donde por un par de minutos reflexionaron animosamente sobre un tema alusivo al lema de este año, que es un llamado a la inclusión: “No acalles la voz del que sufre”, “Ser católico es ser social”, “La riqueza de la diversidad”, “¿Qué haría Cristo en mi lugar?” y “Jesús, camino para la verdadera felicidad”.
Al llegar al frontis del santuario, pasadas las 17 horas, los participantes -que a esa altura ya estaban todos mojados- fueron recibidos por el Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Galo Fernández, en compañía del Vicario de la Esperanza, el Vicario de la Pastoral Social y el rector del Santuario.
“Ante todo quiero darles las gracias por el testimonio de fe que ustedes entregan esta tarde”, comenzó diciéndoles el obispo. “Algunos se preguntaron si con la lluvia vendrían o no, y ¡aquí están!, los jóvenes de parroquias, movimientos, colegios y comunidades, los jóvenes de Santiago, los jóvenes que quieren dar testimonio de Jesús siguiendo la ruta del padre Hurtado”, añadió.
Posteriormente, en columnas y con el mismo ánimo del comienzo, ingresaron al Santuario y avanzaron hacia la estación “Alberto Hurtado, un joven como tú”, donde por grupos visitaron la cripta del santo chileno. En silencio y con recogimiento, tocaron la tumba y depositaron sobre ella un papel con algún mensaje de petición o agradecimiento.
Finalmente, en la explanada –estación final “Ahora es tu tiempo”- bailaron y cantaron a los sones de la banda Misericordia Joven, se les animó a continuar por la senda del santo chileno y recibieron una bendición.
Alrededor de las 18.20 horas, se despidió a los últimos peregrinos, quedando casi únicamente en el lugar los organizadores y las decenas de voluntarios de Servicio desmontando escenarios y corriendo vallas. Entre la música, la lluvia, el cansancio y la emoción, el temblor en ese rincón de Santiago fue de baja magnitud.
Desde hace 23 años la Vicaría de la Esperanza Joven de Chile, organiza la peregrinación al Santuario de nuestro santo chileno, San Alberto Hurtado, por lo que esta actividad congrega a la juventud en torno al valor de la solidaridad.
Aun en la tormenta la JMV del Colegio Santa Catalina Labouré junto a su asesora participaron con la alegria, entusiasmo y el dinamismo propio de su edad, hicieron el peregrinar al Santuario mucho más grato a pesar de la lluvia y el frío, que este testomonio juvenil aumente la solidaridad de nuestro pueblo chileno.
Fuentes: Iglesia.cl e hijasdelacaridad.net
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