Agradecemos a Dios y a la Santísima Virgen por las 67 personas que estuvieron en la vigilia y que recibieron el mensaje...
Gracias a Jmv de Santa Catalina, de Santa Familia, de Collipulli, de Nuestra Señora de los Rayos, Pre-juvenil Regina Mundi, Pastoral Juvenil De María Reina, Capilla San Juan Gabriel Perboyre, Hijas de la Caridad, encargada de Pastoral de Colegio Santa Catalina y especialmente al Padre Arnaldo que fascilitó el Seminario de San Vicente de Paul y a todos los laicos que anonimamente ayudaron, a REViC que grabó toda la Vigilia y la presencia del Presidente de JMV-Chile...A Jesús Por María...
Con cariño Sor Claudia
Con motivo de la celebración del Día de las Asistentes de Ancianos de la SSVP, el 12 de agosto (día del nacimiento de Santa Luisa de Marillac), es que el Hogar Amor de Dios, decidió invitar a la Hermana Elena Arancibia, Hija de la Caridad, a dar una charla sobre la vida y obra de esta santa que ha sido elegida como patrona que protege e inspira la vida y trabajo de las asistentes.
La Hermana Elena contó que “no podemos dejar de admirar y reconocer en Santa Luisa de Marillac valores que en su tiempo eran poco comunes en una mujer. Lo que nos lleva a amarla en su grandeza tanto por su bondad hacia el sufrimiento, como también por su acción caritativa hacia los más necesitados”.
Luisa de Marillac nació en 1591. Fue hija de madre desconocida y de un noble quien le proporciona una formación de excelencia. A los 15 años, desea entrar al convento de capuchinas, debido a que siente la necesidad de ser una religiosa, pero la disuaden debido a su delicada salud. Al morir su padre y, a instancias de sus tíos, Luisa se casa con Antonio Le Gras (secretario de la reina), con quien tiene un hijo, llamado Miguel Antonio.
Luego de varios años, el señor Le Gras muere –santamente en sus brazos-, y desde entonces, Luisa decide entregarse totalmente a Dios. Francisco de Sales se convierte en el guía espiritual de ella y la encamina a Vicente de Paul.
La hermana Elena, agrega que “Luisa de Marillac se convierte en la principal colaboradora de Vicente, fundando conjuntamente las Hijas de la Caridad, un camino radicalmente nuevo de vivir la vida consagrada femenina en su tiempo. Ella es una mujer de carácter sencillo, sensible y profundamente cristiana. A través de Vicente siente que el sentido de su vida es entregarla por los más necesitados y por sus hermanas. Así vivirá su vocación y su entrega a Dios. Juntos y unidos a un sinfín de personas, serán como un río que lleva el agua del amor e inundará gran parte de la sociedad de su tiempo y llegará hasta nosotros”.
La actividad de Las Hijas de la Caridad – congregación religiosa católica femenina dedicada al servicio corporal y espiritual de los pobres enfermos-, es sobrehumana, hasta que Luisa cae abatida, el 15 de marzo de 1660. Vicente de Paul también cae enfermo y muere 6 meses después que ella.
Luisa de Marillac “con sus palabras pero sobre todo por su forma de actuar, intentó abrir al respeto de cada persona, ayudándoles a descubrir bajo las apariencias, la dignidad de los pobres, respetando y trabajando con las Hijas de la Caridad en pié de igualdad”, afirma Sor Elena.
Al finalizar la charla, la hermana invitó a las asistentes del Hogar Amor de Dios a seguir siempre lo enseñado por esta santa, para luego terminar cantando una canción que compuso cuando estuvo destinada en una escuela de Punta Arenas, y justo para una de las celebraciones de Santa Luisa de Marillac, se le pidió a todos los colegios un conjunto de canto. “Con los alumnos de octavo, les hablé de Santa Luisa y les pedí que escribieran lo que más les gustó de ella, y con eso elaboré el canto”, finaliza la hermana.
Canción de Sor Elena:
Una luz brilló para ti
Fue en el día de Pentecostés
Una luz brilló en tu vida
Te mostró el camino a seguir
Luisa lo siguió con ardor y fe
Junto a Vicente de Paul
Descubrió a Cristo en el pobre
Y con gran amor lo sirvió
Es la caridad y la humildad
De la tierra sobre el gran país
Las aldeas, campos y barrios
Los pobres, no pueden esperar
Es la caridad y la humildad
De la tierra sobre el gran país
Las aldeas, campos y barrios
Los pobres, no pueden esperar
Queridas Hermanas:
Con ocasión del primer aniversario de nuestra Provincia, quiero saludarlas, felicitarlas y trasmitirles también el saludo de nuestra Madre Evelyn Franc y de Sor Iliana, que en la Capilla de la Casa Madre ofrecerán una oración especial a la Santísima Virgen por todas nuestras intenciones, confiando plenamente en el Señor que nos ayudará a cumplir fielmente su designio de amor a favor de nuestros hermanos los pobres.
Demos gracias a Dios en primer lugar por permitirnos ser protagonistas de un acontecimiento tan significativo en la historia de la Compañía: hacer efectiva la internacionalidad, iniciar un camino de integración, experimentar la unidad de espíritu en la diversidad de culturas.
Demos gracias a Dios por la fraternidad entre nosotras surgida del conocimiento que vamos teniendo tanto de las personas como de los pobres que servimos.
Demos gracias a Dios por el espíritu solidario que ha surgido entre nosotras a raíz de las circunstancias dolorosas que nos ha tocado vivir por los desastres de la naturaleza y por las personas inescrupulosas que se han quedado con el dinero de los pobres causando tanto daño.
Celebremos estos dones unidas a la santísima Virgen Nuestra Señora de la Misión para alcanzar por su intercesión la gracia de continuar el camino que Dios nos ha trazado, fortaleciendo nuestros ideales misioneros, de común unión, de profecía, de testimonio evangelizador y de empeño como Santa Luisa en lograr un “paraíso para los pobres”.
¡FELIZ ANIVERSARIO!
Sor María Isabel Ruiz
Hija de la Caridad.
El domingo 18 de Julio 1830 todo era silencio en la sala donde dormía Sor Catalina. Cerca de la medianoche escuchó que por tres veces la llamaban por su nombre. Se despertó y vio un niño vestido de blanco, que parecía tener como cuatro o cinco años, el cual le dijo: «Levántate pronto y ven a la capilla. La Santísima Virgen te espera».
Sor Catalina vacila, teme ser notada de las otras novicias. Pero el niño responde a su preocupación interior y le dice: «No temas, es casi medianoche y todas duermen muy bien. Ven, yo te aguardo». Vestida Sor Catalina, el niño comienza a andar, y ella lo sigue. Por donde quiera que ellas pasaban, las luces se encendían. El cuerpo del niño irradiaba vivos resplandores y a su paso todo quedaba iluminado. Al llegar a la puerta de la capilla el niño toca la puerta con su dedito y aquella se abrió al instante.
Dice Catalina: «Mi sorpresa fue más completa cuando, al entrar a la capilla, vi encendidas todas las velas y los cirios, lo que me recordaba la Misa de medianoche». El niño la llevó al presbiterio, junto al sillón destinado al Director, donde solía predicar a las Hijas de la Caridad, y allí se puso de rodillas, y el niño permaneció de pie todo el tiempo al lado derecho. La espera le pareció muy larga, ya que con ansia deseaba ver a la Virgen.
La colina de la Coronilla en Cochabamba, es un lugar emblemático para Bolivia. En 1812 un grupo de mujeres resistieron a las tropas españolas en la guerra por la independencia. Han pasado a la Historia con el nombre de heroínas.
Hoy, este céntrico barrio cochabambino se ha convertido en refugio de personas sin hogar y jóvenes toxicómanos. La mayoría de ellos inhala clefa, un poderoso pegamento que usan los zapateros. La clefa, también conocida como vuelo, produce un estado de euforia lenta seguido de cansancio, mareo y sueño. En muchas ocasiones provoca la perdida de sensibilidad y de la conciencia.
La hermana Adelina Gurpegui Goicoechea nació hace 65 años en la villa navarra de Berbinzana, Es fisioterapeuta y enfermera. Ha trabajado en hospitales de Valencia, Pamplona y Teruel. Su primer destino misionero fue en los centros médicos de Haití́ donde estuvo casi diez años. En 1988 llegó a Bolivia donde siempre ha estado con los más pobres.
También se ha ofrecido como voluntaria para ayudar después de distintas catástrofes naturales en Nicaragua y Haití.
Entre los muchos reconocimientos que ha recibido destaca la condecoración Chevalier de Haití por su trabajo en Cité Soleil así como distintas medallas de la alcaldía y la prefectura de Cochabamba por su entrega y trabajo al servicio de los enfermos y discapacitados.
Sus colaboradores y amigos la han rebautizado cariñosamente como Sor Adrenalina debido a la energía que desprende y contagia a su alrededor. La plaza de San Sebastián está a los pies de la colina de La Coronilla, el pequeño cerro donde las heroínas de Cochabamba plantaron cara al ejercito real en 1812.
Aquí́ vive otro gran grupo de jóvenes adictos a la clefa que ha hecho de la plaza su hogar. La mayoría proceden de familias desestructuradas que han vivido un infierno en sus casas y decidieron echarse a la calle.
La hermana Adelina se ha convertido para ellos en su particular salvadora. Ella se pone siempre de su lado, es la que se preocupa por su salud y sus necesidades, la que escucha sus problemas, la que les visita cuando entran presos y la que se enfrenta al nuevo ejercito de la indiferencia y la exclusión social. Sor Adelina se ha convertido para los pobres de Cochabamba en la autentica heroína del siglo XXI.
Fuente: www.somos.vicencianos.org/blog/otra-heroina-de-cochabamba
Participaron 9 jóvenes de distintos lugares de Chile;
Srta Patricia Garay de Punta Arenas, Srta Solange Muñoz de Collipulli, Antonia González, alumnas del Colegio Santa Catalina Labouré: Martina Orrego, Paloma Armijo y Stephania Wetgatner. Srta Belén Silva, de Curacaví, Sta. Sofía de Santiago y Srta. Consuelo Amparo de Villa Alemana.
Esta Jornada organizada por Sor Claudia Artiga Fuenzalida encargada de Pastoral Vocacional-Chile y el Apoyo de Sor Viviana Blasco, Sor Silvia Salinas y Sor Elena Arancibia además enriquecida por el video vocacional producido por REVIC.
La Jornada se vio bendecida por la presencia de Sor María Isabel Ruiz Visitadora Provincial quien les dio un mensaje a las jóvenes. A demás la presencia de las Hnas. Mayores con las cuales compartieron un momento.
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